La elección de cursar la licenciatura es todo un proceso que en ciertas ocasiones nubla la visión del futuro profesionista. El estudiante se desanima ante el panorama y no logra estructurar porqué es importante estudiar una carrera y con qué fin la cursará.

Estudiar una carrera permite incorporarse al mercado profesional, explorar el campo competitivo a partir de la aplicación de los conocimientos y habilidades adquiridas durante la carrera y abrirse a mejores oportunidades laborales, para así propiciar un mejor nivel de vida.

Cursar una licenciatura es crear nuevas perspectivas, forjar conocimientos sobre algún campo en específico para, en un futuro, profundizar en la profesión y convertirse un experto en el área.

Terminar una carrera abre la puerta al crecimiento intelectual, cultura y social de todo ser humano. La participación de la educación universitaria cambia las expectativas del estudiante conforme este logra avanzar en su desarrollo académico; sus pretensiones económicas son superiores al contar con un título que avale los conocimientos adquiridos, pensamientos que le dan confianza al momento de generar relaciones públicas, ya sean referentes a su profesión u otras.

La competitividad se mide a través de la capacidad del universitario de desarrollar habilidades que lo lleven a formar parte del campo profesional, como es el caso del manejo adecuado de los avances tecnológicos, que han logrado posicionarse como un factor que determina las oportunidades de crecimiento profesional y empleabilidad que puede tener el titulado, es decir, si cuenta con la versatilidad y capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios.

Obtener un título incrementa las posibilidades de conseguir un empleo de tu agrado, redituable y permisible, suficiente para cubrir tus necesidades y perspectivas.

Así que no lo dudes. Decídete a cursar una licenciatura y únete a la #ComunidadLince

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